AUTOR: Fernando París Roche · Presidente de FAGDE

El presente número de la revista digital Dirección y Gestión del Deporte está dedicado casi íntegramente al Encuentro de la Industria del Deporte, celebrado en Zaragoza en abril del presente año, impulsado por FAGDE y otras asociaciones empresariales y profesionales del llamado “ecosistema deportivo” del país. Algunas reflexiones particulares, complementarias a las conclusiones formuladas en el mismo, me surgen dos meses después y quiero compartirla …

1. La experiencia personal de encontrarse presencialmente con profesionales de diferentes ámbitos del sector deportivo está volviendo a ser muy gratificante; después de la pandemia daba la impresión de que toda la comunicación profesional iba a ser ya solamente telemática; no parece que vaya a ser así, la relación y el contacto personal se hacen más necesarios que nunca, indispensables, y permiten sentirse parte de una comunidad, la “deportiva”, que sigue creciendo y sigue teniendo un amplio margen de mejora. En los últimos meses del año, 5 asociaciones miembros de FAGDE celebran sus Congresos, una oportunidad y una invitación a aprovecharlos.
2. En el ámbito de la industria y los servicios deportivos considerados como sector con un gran impacto social, económico y de generación de empleo y riqueza, las Comunidades Autónomas se han adelantado a la administración del Estado; han ejercido bien sus competencias, de acuerdo al modelo señalado en la Constitución, y hoy tenemos ya tres clústeres autonómicos de la industria del deporte consolidados y cuatro procesos iniciados o en proyecto en otras tantas Comunidades… Impulsar un clúster nacional o estatal en estos momentos sería contradictorio con todo lo que se ha hecho hasta el momento, especialmente porque -como señalan los expertos- la dimensión territorial de una Comunidad Autónoma es la más adecuada para un clúster, precisamente por las diferentes características y singularidades de cada una de ellas en población, práctica deportiva, industria, empresas, servicios e impacto económico.
   
   
   
   
3. No obstante, una vez consolidados un número mínimo de clústeres de ámbito autonómico, el
   futuro debería pasar también por una red estatal de clústeres, que actúe de interlocutora con la administración del Estado en aquellos asuntos de interés para todos, que ejerza influencia en las autoridades económicas -no solo deportivas- y que aproveche las opciones de impulso a la que acceden otros muchos sectores económicos.
4. En un sector polisémico y poliédrico como es el “deporte” -con la definición de la Carta Europea aprobada por todos los países, también por España, con muchos significados y diferentes caras- una figura como un clúster se caracteriza por su transversalidad y por la convergencia en una misma entidad de agentes diversos, distintos y, en ocasiones, con intereses y posiciones opuestos, todos ellos formando parte de la cadena de valor del producto final -o de los productos finales, que son muchos-. Esa transversalidad es, precisamente, uno de elementos más positivos de estas entidades. Ser capaces de identificar los puntos comunes del sector, que son muchos, tanto para “abrir los mercados” -incluido el incremento de la práctica deportiva en España- como para mejorar su calidad, su eficiencia, la investigación y la innovación, la transformación digital, afrontar la emergencia climática, en definitiva, los retos a los que se enfrenta nuestra sociedad los próximos años, debe de ser prioridad en todos los agentes que formamos parte del sistema deportivo.
5. Quien crea que los clústeres son un escenario en el que las diferentes entidades que lo conforman van a dirimir sus diferencias, confrontar sus opciones, tener ventaja en sus posiciones particulares, está equivocado. Un clúster está basado en la colaboración… esa es la palabra clave: colaboración. Ser capaces de ponerse de puntillas y mirar hacia arriba en lo que une al sector deportivo con el resto de los agentes, no saltar al ring a pelearse -hay otros niveles y lugares donde hacerlo-.
   
   
   
   
6. El deporte español está perdiendo muchas oportunidades en relación con proyectos tractores y financiación europea que ayudarían a esa ampliación del mercado, a la transformación digital, a las i+d+i y a la calidad de la práctica. Siempre nos hemos movido en nuestro sector como si fuéramos un espacio cerrado y autosuficiente, el “deporte es especial”, egocéntrico, somos una excepción cultural, hasta hemos tenido un componente propio - el componente 26- de los “next generation”... Con ese mirarnos el ombligo, no hemos podido quitarnos la sensación de ser la “mesa de los niños en la boda”, casi nadie nos toma en serio… Tenemos que dar un salto de madurez en la gestión empresarial y profesional de lo que llaman “ecosistema deportivo” y yendo cada uno por su lado y gestionando solo sus intereses, no lo lograremos.
7. Tener una visión del deporte como un sector económico emergente, de gran impacto social en la vida de las personas y en la generación de empleo es una obligación de nuestras autoridades públicas en todos los niveles, y también de nuestra organizaciones -asociativas o empresariales-.  Que la preocupación mayor de las autoridades deportivas sea la ubicación o no de una persona u otra en un palco de un partido de fútbol, es descorazonador y genera desazón. Sin embargo, este verano puede abrirse una gran oportunidad, que se debería aprovechar; con mucha probabilidad España va a obtener unos buenos resultados en los JJ.OO. de París, posiblemente se superen las 22 medallas de Barcelona 92 -aunque no las 11 de oro-. Si ese éxito para todos -porque todos y todas hemos contribuido a él en mayor o menor medida- no se sabe aprovechar para mejorar nuestro deporte y dotarlo de bases y fundamentos más sólidos, habremos desperdiciado una ocasión única.

Adiós a Joseba

Durante once años Joseba Fonseca ha sido nuestro colaborador de prensa y comunicación, redactor de noticias, editor de esta revista digital y de las newsletters, responsable de la información en las redes sociales y de la agenda de eventos... Dedicándole más tiempo del que hemos podido compensarle profesionalmente, nos ha ayudado a difundir noticias y a conocer  realidades y experiencias. Siempre con un talante constructivo, nunca con una mala palabra, siempre con mucha paciencia frente a los incumplimientos de plazos, con empatía…Su trabajo nos ha permitido incrementar la notoriedad de FAGDE, gracias a él nuestra federación es más conocida y valorada.

Por razones personales y profesionales, Joseba deja el servicio de comunicación de FAGDE para afrontar otros retos personales. Nos deja un buen profesional, pero se queda el amigo para todos los que hemos tenido ocasión de colaborar con él. Mucha suerte.