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Los sellos de calidad de las superficies y pavimentos deportivas 

  07/09/2022 COLABORACIONES


Autores/as: Enrique Colino, Samuel Manzano-Carrasco, Antonio Alonso-Callejo, Samuel López-Carril, Jorge García-Unanue, Jorge López-Fernández, Antonio Hernández-Martín, María Marín-Farrona, Javier Sánchez-Sánchez, José Luis Felipe, Carlos Majano, Manuel León-Jiménez, Marisa Martín-Sánchez y Leonor Gallardo.

Los pavimentos deportivos son uno de los principales actores en el deporte debido a su capacidad de condicionar no sólo el rendimiento y la biomecánica de los atletas, sino también muchos otros aspectos del desarrollo de la propia práctica deportiva.

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La superficie tiene el potencial de afectar de forma independiente al tiempo de contacto del atleta con el suelo, la longitud de zancada, la altura de salto, la fuerza ejercida con el pie o la velocidad de carrera, entre otras cosas. Y es que los atletas ajustan la rigidez de sus músculos y articulaciones cuando corren, saltan o deslizan en superficies de diferentes propiedades mecánicas, lo que resulta en sutiles cambios en sus respuestas biomecánicas y fisiológicas y modifica aspectos como sus patrones del movimiento, las fuerzas de reacción del suelo o las aceleraciones máximas.

Son muchos los estudios que han demostrado que las propiedades de la superficie pueden causar diferencias estadísticamente significativas en las respuestas físicas y fisiológicas de los atletas. Pero, además de su influencia en el rendimiento, algunos estudios epidemiológicos sugieren también que la superficie es un factor importante en la etiología de las lesiones, existiendo evidencias de que el aumento de la rigidez del pavimento puede estar relacionado con lesiones óseas y la disminución de esa rigidez puede estar asociada con lesiones en tejidos blandos como músculos o tendones. Por lo tanto, las superficies deportivas representan un factor determinante en la práctica deportiva ya que son significativas para el rendimiento y la seguridad de los deportistas.

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Además de influir sobre ellos, las superficies también pueden condicionar innumerables aspectos del juego como la velocidad de un contraataque en fútbol, la facilidad de hacer un mate en baloncesto, el número de saques directos en un partido de tenis o las probabilidades de hacer un regate con éxito en un partido de fútbol sala, entre otros. Y es que las propiedades mecánicas de las superficies deportivas, entendidas como aquellos parámetros que describen el comportamiento dinámico del pavimento tal y como está construido, condicionan no sólo la interacción entre el atleta y la superficie, sino también el comportamiento de los balones, pelotas u otros equipamientos en su contacto con ella.

Debido a lo anterior, la federación internacional de fútbol, la FIFA, inició en el año 2012 un programa para establecer requisitos y valores de referencia sobre las propiedades que definen el comportamiento de las superficies deportivas, asegurando así que las competiciones que se celebren bajo su tutela se lleven a cabo sobre pavimentos que garanticen la seguridad y la igualdad de rendimiento para todos. Junto con la FIFA, a lo largo de esta última década la mayoría de federaciones deportivas internacionales también han desarrollado programas similares y han establecido normas en este sentido, considerando cada una de ellas los requisitos específicos de sus respectivos deportes. En cada una de esas normativas, las federaciones definen las propiedades relevantes para cada superficie, describen los métodos de ensayo para evaluarlas y establecen los rangos permitidos, lo que permite a los organismos de control verificar si una determinada superficie cumple o no con los estándares vigentes.

En este sentido, los laboratorios independientes capacitados para evaluar las propiedades mecánicas de las superficies cobran un papel de especial relevancia en el deporte, pues son el brazo ejecutor de las federaciones internacionales para otorgar o denegar los correspondientes certificados de calidad y se presentan como uno de los principales aliados de propietarios, órganos gestores, clubes y deportistas a la hora de evaluar y garantizar la seguridad y las prestaciones de una determinada superficie deportiva.
Uno de esos laboratorios independientes es la empresa derivada de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) IGOID-SPORTEC S.L., que recientemente ha renovado su acreditación para poder realizar ensayos de propiedades mecánicas de superficies deportivas de césped artificial bajo los sellos de ENAC UNE-EN 17025 (Entidad Nacional de Acreditación) y de las federaciones internacionales de fútbol (FIFA) y rugby (World Rugby). Además, en los últimos meses IGOID-SPORTEC S.L. también ha conseguido la acreditación para evaluar tres nuevos sellos de calidad de pavimentos deportivos: el de fútbol sala (emitido por FIFA), el de baloncesto (emitido por FIBA) y el de hockey (emitido por la IHF).

Este reconocimiento supone un espaldarazo para todas aquellas asociaciones, confederaciones, comunidades y clubes que pretendan utilizar superficies de juego de césped artificial y de interior de alta calidad tanto para sus competiciones como para sus lugares de entrenamiento.

Para promover el deporte de una manera segura y satisfactoria, debe garantizarse permanentemente que estas superficies de juego reúnen las condiciones adecuadas de confort y seguridad para todos los usuarios. Por ello, el mantenimiento y la certificación de los campos de césped artificial son unas de las labores más sensibles y determinantes en el sector del deporte. Sin embargo, y a pesar de que este tipo de instalaciones lleva muchos años presente en nuestra sociedad, estas tareas se descuidan mucho más frecuentemente de lo que sería deseable. Esto perjudica gravemente a la práctica del deporte y contribuye, además, al deterioro prematuro de las superficies de juego y al acortamiento de su vida útil, suponiendo un derroche económico importante que podría evitarse con un mantenimiento adecuado. Por lo tanto, el control y mantenimiento de este tipo de instalaciones debe recibir la atención que merece por parte de los organismos directos y administraciones públicas encargadas de su gestión, garantizado el buen estado de las superficies y la seguridad de los deportistas que practican deporte sobre ellas.

Para facilitar esa labor, la gran mayoría de federaciones internacionales (FIFA, FIBA, IHF, World Rugby, etc.) emiten su propia normativa donde se detallan las características que debe reunir las superficies de juego para garantizar que reúnan unas condiciones mínimas de calidad, rendimiento y durabilidad, y para que estas proporcionen unas prestaciones que no aumenten bajo ningún concepto el riesgo de lesión en los deportistas.

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Sus documentos normativos recogen un riguroso programa de pruebas a través de las cuales se evalúan la interacción de la superficie con la pelota, la interacción de la superficie con el jugador, la durabilidad y la resistencia ambiental de los productos, promoviendo además la mejora continua de los pavimentos para satisfacer las necesidades del juego. De este modo, cualquier competición que se realice bajo el amparo de estas federaciones, en cualquier nivel de juego, deberá cumplir con los requisitos establecidos en sus respectivas normativas.

A partir de ahora, y tras haber superado con éxito exigentes procesos de acreditación, IGOID-SPORTEC S.L. y sus técnicos especializados podrán auditar la calidad no sólo de los campos de césped artificial acorde a las normativas de FIFA, World Rugby y Hockey, sino también de superficies de interior en deportes como fútbol sala y baloncesto bajo la garantía de ambas federaciones internacionales.













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