Autor: FAGDE

Correr el día de Nochevieja se ha convertido en algo casi tan tradicional como comer las uvas al repicar de las campanas que marcan el inicio del Año Nuevo. Las carreras conocidas como San Silvestres proliferan por toda la geografía de España, donde algunos cálculos cifran en más de 1.200 las citas atléticas que se celebran el 31 de diciembre. Por encima de todas, destaca la que se celebra desde hace 58 años en torno al barrio madrileño de Vallecas.  No es la más antigua del país, ya que ese honor le corresponde al Circuito de Nochevieja de Galdakao (Bizkaia), cuya primera edición se disputó en 1961, tres años antes del estreno de la carrera capitalina. Pero la Nationale-Nederlanden San Silvestre Vallecana es, sin lugar a dudas, la de mayor renombre y participación. “Actualmente, es la prueba de 10 kilómetros cronometrada más multitudinaria”, apunta Raúl Fuentes, director de Comunicación de Last Lap, la agencia encargada de la organización de este importante evento deportivo.

En la página de inicio de la web de la Nationale-Nederlanden San Silvestre Vallecana van más allá y no dudan en calificarla como “la mejor carrera del mundo”. No se trata de una fanfarronada. “No es que lo afirmemos nosotros. Es que así lo acreditan tanto la Real Federación Española de Atletismo, considerándola el mejor 10k en ruta de España y World Athletics, otorgándole cada año la Gold Label. También nos basamos en los cientos de mensajes que recibimos de nuestros corredores, que así la consideran”, asevera Fuentes.

Precisamente la búsqueda de la satisfacción para todas las personas participantes en la cita madrileña ha llevado a la organización a poner un listón a la participación en la carrera popular, huyendo de la tentación de seguir creciendo: “Desde hace varios años hemos cerrado el tope de participación en 40.000 personas. Consideramos que esta cifra es el máximo que debemos alcanzar para dar a los corredores la mejor experiencia de carrera posible”. Eso deja fuera de la inscripción a un número elevado de ‘runners’ y no son pocos los que, pese a todo, no se resisten a sumarse a la fiesta. “Ese tope hace que haya una importante participación sin dorsal”, admite con preocupación Fuentes al referirse a un fenómeno creciente y poco edificante.

Afortunadamente, la recientemente celebrada Nationale-Nederlanden San Silvestre Vallecana de 2022 ha sido la de la vuelta a la normalidad absoluta, después de tener que gestionar dos ediciones marcadas por la pandemia. “La mayor dificultad fue la de afrontar una carrera tan multitudinaria en un momento en el que juntarse con mucha gente no estaba permitido ni bien visto. En 2020 nos vimos obligados a realizar una carrera muy pequeña, dentro de un circuito cerrado, sin acceso de público y con una burbuja sanitaria. La edición de 2021, aunque no sufrió esas restricciones tan severas, también tuvo sus dificultades con temas como el uso de la mascarilla en salida y meta”, rememora Fuentes.

Una de las pocas consecuencias positivas que tuvo la Covid-19 en la organización de carreras atléticas fue la introducción del formato virtual. Esta innovación permitía, con la ayuda de una aplicación en el teléfono móvil, completar el recorrido de forma individual y a cualquier hora, evitando así aglomeraciones. Al parecer, esta modalidad ha llegado para quedarse y en Last Lap han querido darle un enfoque diferente, con la idea de ‘globalizar’ la San Silvestre Vallecana: “Con la llegada de la pandemia, nos dimos cuenta de que había mucha gente que vivía fuera de Madrid o incluso de España y que querían participar también en la carrera. Recibir la camiseta en su domicilio y correr el 31 de diciembre, aunque lo hicieran fuera de Vallecas. En 2020 tuvimos más de 30.000 personas corriendo con la app. Enviamos packs del corredor a lugares tan variados como Australia o Canadá. En 2021 la participación en la carrera virtual lógicamente bajó, pero hemos decidido mantenerla para dar soporte a esa gente que quiere participar en la distancia”.

Además de la carrera popular, ya sea en modo presencial o virtual, el programa de la Nationale-Nederlanden San Silvestre Vallecana incluye otra de carácter internacional, exclusiva para atletas que hayan acreditado en ese mismo año una marca mínima -de 39 minutos en hombres y de 45 en mujeres- en alguna de las más de cien carreras de 10k homologadas distribuidas por toda la geografía estatal que Last Lap tiene como referencia. “Hay un máximo de 2.000 plazas que nunca se llegan a completar. Lo normal es que sean unas 1.500 personas”, señala Fuentes sobre esta prueba, que es la que más repercusión mediática genera por el alto nivel de sus participantes.

La ugandesa Chesang, ganadora de la prueba internacional femenina

Sin el glamour de la carrera internacional ni el carácter masivo de la popular, la Nationale-Nederlanden San Silvestre tiene también una versión ‘Mini’, en la que la organización pone mucho cariño. La cita, que tiene como escenario el estadio Vallehermoso, está reservada para menores de 16 años y consta de tres distancias diferentes, adaptadas a cada rango de edad: “La celebramos el 26 de diciembre, congrega a unos 2.000 niños cada año. Es importante destacar que la inscripción a esta carrera, cuyo importe es de 3 euros, va destinada íntegramente a causas sociales. En 2022 ha ido a la Gasol Foundation, que trabaja para erradicar la obesidad infantil”.

Una vez más, el día D, el 31 de diciembre, se ha superado con éxito, si bien entre bambalinas hay siempre un trabajo duro para lograrlo: “La San Silvestre Vallecana tiene una dificultad extra al resto de carreras, aparte del alto número de participantes, y es la fecha en la que se realiza. Trabajar el 31 de diciembre complica bastante la logística de todo, si bien el Ayuntamiento de Madrid pone las cosas muy fáciles para que todo funcione a la perfección”. Muchas son las caras anónimas que, año a año, lo hacen posible. “Entre personal contratado por la organización, personal sanitario, seguridad, servicios aportados por el Ayuntamiento de Madrid, etc., trabajan cada 31 de diciembre unas 800 personas”, detalla Fuentes.

El podio masculino, con el también ugandés Cheptegei en lo más alto

Pero la Nationale-Nederlanden San Silvestre Vallecana no para y en cuanto el último atleta de la prueba internacional, la que cierra el programa, cruzó la meta situada en el estadio de Vallecas, el equipo de ocho personas que trabaja durante todo el año en la organización de la carrera puso ya la mente enfocada hacia la cita de 2023. “En realidad podríamos decir que antes, ya que durante la organización de la carrera de 2022 ya ha habido muchas cosas que, por tiempos, no se han podido implementar para esta ocasión y nos lo guardamos para la próxima edición”, indica Fuentes, quien ha podido cumplir a tiempo con el otro ritual de cada Nochevieja: “Normalmente, alrededor de las 23:00 horas estamos cerrando el último camión, aunque algún año, por alguna incidencia, ha tocado comer las uvas con la emisión de Canarias”.